GUÍA PARA UN BAÑO SEGURO PARA TU BEBÉ

bebé bañándose

La zona de aseo del recién nacido es una oportunidad para fortalecer el vínculo entre padres e hijos.

Sigue estos consejos para asegurarte de que el baño de tu bebé sea seguro, cómodo y, sobre todo, una experiencia amorosa para ambos: 

 

1. Frecuencia del baño ¿cada cuánto es recomendable?

La frecuencia con la que debes bañar a tu recién nacido puede variar según las preferencias y necesidades de tu familia. La Agencia Española de Pediatría sugiere que, por debajo de los 6 meses, no es necesario el baño diario. Sin embargo, cuando el niño comienza a gatear, caminar o comer solo, es conveniente bañar con más frecuencia. Lo importante es encontrar un equilibrio que funcione para ti y que no reseque la piel delicada de tu bebé.

 

2. Cantidad de agua en la bañera: ni mucho ni poco

Cuando prepares la bañera, asegúrate de no llenarla en exceso. Una altura de 15-20 centímetros es suficiente para brindar un baño seguro y cómodo para tu recién nacido. Esta cantidad evita que el bebé se sienta abrumado y facilita el manejo durante el baño.

 

3. La temperatura del agua: clave para un baño agradable

Mantén la temperatura del agua entre 36-38 ºC. Antes de sumergir al bebé, comprueba la temperatura del agua con la mano o un termómetro para asegurarte de que esté agradablemente tibia. Este detalle es esencial para evitar que el pequeño se sienta incómodo durante el baño.

 

4. Incluso antes de la caída del cordón umbilical: seguro y cuidadoso

Contrariamente a algunas creencias, se puede sumergir al recién nacido antes de que se le caiga el cordón umbilical. Mantén la zona seca y limpia, y disfruta de esos momentos de conexión mientras bañas a tu pequeño.

 

5. Elección del jabón: menos es más

Opta por un jabón de pH neutro y utilízalo con moderación. En muchos casos, solo agua es suficiente para limpiar la piel delicada de tu bebé. Si decides usar jabón, aplícalo en cantidades pequeñas y enjuaga completamente para evitar irritaciones.

 

6. Ambiente confortable: temperatura y preparación

Asegúrate de que la habitación esté a una temperatura agradable, entre 22-24ºC, para evitar que tu bebé se enfríe durante el cambio de ropa después del baño. Además, ten todo lo necesario al alcance de la mano para que puedas centrarte en tu pequeño sin interrupciones.

 

7. Supervisión constante: seguridad ante todo

Nunca dejes al recién nacido sin supervisión en la bañera ni en el cambiador. La seguridad de tu bebé es primordial, y estar presente durante el aseo garantiza un entorno libre de riesgos.

 

 

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