MASAJE INFANTIL
El masaje infantil se presenta como una práctica que no solo promueve el bienestar físico, sino que también fortalece el vínculo especial entre padres e hijos, ofreciendo a las familias nuevas formas de comunicación, seguridad e interacción.
Orígenes y popularidad
Con raíces en tradiciones culturales antiguas, el masaje infantil ha ganado popularidad como un método efectivo para promover el bienestar físico y emocional de los niños. Esta técnica utiliza movimientos delicados y rítmicos, aplicando las manos y aceites suaves para crear una experiencia cariñosa y enriquecedora.
Los masajes pueden tener muchos beneficios, como por ejemplo, ayudar a relajar al bebé, mejorar su sueño, aliviar cólicos y fortalecer el sistema inmunológico. Además, el contacto físico positivo durante el masaje contribuye al desarrollo emocional y afectivo del bebé, creando una conexión especial entre los padres y el niño. Es una actividad simple que puede convertirse parte de la rutina diaria en casa.
Beneficios del masaje infantil
- Estimulación: el tacto enriquece y acelera el desarrollo del sistema nervioso.
- Relajación: ayuda a disminuir los niveles de estrés que surgen con la adaptación.
- Alivio: tonifica el área digestiva y mueve los gases hasta expulsarlos, mejorando los cólicos.
- Interacción: un bebé que ha sido acariciado con afecto se siente más seguro y querido. Además, fortalece la autoestima de los padres y madres.
Pasos antes del masaje
Antes de iniciar el masaje, es crucial seguir algunos pasos preparatorios:
- Nos retiraremos pulseras, anillos o relojes.
- Realizaremos una pequeña relajación con respiraciones profundas (para conectar con el momento en el que estamos presentes).
- Estar atentos a las señales de agrado/desagrado de nuestro bebé.
- Colocaremos y calentaremos aceite con nuestras manos.
Integrar el masaje infantil en la rutina diaria no solo aporta beneficios físicos, sino que también fortalece el lazo emocional entre padres e hijos.
